¿Cuántas horas tiene un camino?
¿Cuántos kilómetros?
¿Cuántas curvas?
¿Cuántas vidas?
Trescientas cincuenta mil cuatrocientas horas ha recorrido el reloj de Alquibla Teatro desde que, en 1984, se puso en marcha el cronómetro con el que recorre los escenarios de la geografía española, compartiendo la belleza de sus universos dramáticos y transitando los espacios del pensamiento para llegar a las sensaciones que mantienen viva el alma.
En estos cuarenta años han recorrido veloces autopistas que todo lo transforman, incluso el lenguaje, que se renueva palabra a palabra, significado a significado, buscando y ofreciendo antiguos y nuevos espacios que construyen el presente con el ansia de alcanzar el futuro. Nace así la pasión y, con la pasión, el pensamiento fiel a una idea que va floreciendo y ramificándose, abriendo puertas y ventanas por donde corre el aire fresco con el que Alquibla Teatro ha subido a los escenarios cada una de sus producciones.
De la mano de Esperanza Clares y Antonio Saura, una actriz y un director que se convierten en imprescindibles pistones de la historia de nuestro teatro más actual, nace y crece un proyecto que va cruzando todas las formas verbales. El tiempo ha ido acumulando realidades que están recorridas por el postfranquismo que se vivió en los años 80 y la consolidación de la democracia en España, por varias crisis económicas a las que se logró sobrevivir, el paso al tercer milenio, ataques terroristas como el de Las Torres Gemelas, el atentado de Atocha, la Guerra de Irak, el final de la banda terrorista ETA y otros acontecimientos de significativa importancia, además de las veinticuatro horas que inexorablemente se suceden todos los días. En este recorrido, autores clásicos y contemporáneos, han ido tejiendo una hermosa alfombra por la que han desfilado infinidad de personajes cuyas voces han ido quedando en el eco de los escenarios. Desde Esquilo, Sófocles, Eurípides, Aristófanes, Shakespeare, Molière, Beaumarchais, Óscar Wilde, Büchner Brecht, García Lorca, Beckett, Eduardo de Filippo o Emilio Carballido a los autores españoles contemporáneos como Alonso de Santos, Francisco Nieva, Luis Federico Viudes, Lorenzo Píriz, Ernesto Caballero, Fulgencio M. Lax, Laila Ripoll, Juan Montoro, Diana de Paco, José Ramón Fernández o Alba Saura podemos decir que hay una constante en la estética de esta compañía: El hombre y la mujer como centro generador de conflicto, tanto en sus aciertos como en sus desaciertos, pero también en su incertidumbre, en su lucha diaria para no ser devorado por la historia. La lectura de sus personajes nace de la debilidad y de la compasión, de la ternura y la generosidad, de la amabilidad y el susurro, pero para que todo eso fluya también es necesario el grito y el dolor. Por eso sus producciones son tan humanas y tan reconocibles para el espectador. Alquibla Teatro ha mantenido, y mantiene, un discurso crítico con la realidad de su entorno desde la profunda lectura de las obras con las que conforma su proyecto teatral.
En esta larga trayectoria que cumple ahora cuatro décadas, la compañía ha ido conformando sus propias maneras, su estilo distintivo que va dejando un rastro de importantes influencias entre las que destacamos el formato de sus producciones y la forma de mirar al escenario. Sus escenografías, la música, la iluminación y el movimiento son los lenguajes que complementan la palabra en la interpretación y en sus características puestas en escena.
En sus estantes guardan equipajes cargados de representaciones, de anécdotas, de críticas, de fotografías, de recuerdos, de aplausos… Pero también hay un grupo de maletas que guardan nuevos aromas que aventuran que lo más hermoso está por llegar.
El destino se compone de un enorme caos que convierte las miradas en un impredecible campo de fractales. Así nace la riqueza de caminar hacia el futuro, con una hoja de ruta trazada con la esperanza de alcanzar lo excelente, esa belleza que hace bella a la propia belleza. Más allá, siempre mucho más allá. Esto es Alquibla Teatro.
(*) Fulgencio M. Lax es Dramaturgo. Ha sido profesor de Dramaturgia en la ESAD Murcia y Presiente de DREM (Asociación de Dramaturgos de la Región de Murcia).