ENORME NARIZ, ENORME CORAZÓN
Amor, valentía, generosidad y lealtad.
En esta ocasión se trata de una versión de Cyrano de Bergerac de Edmond Rostand, que conserva la belleza rítmica del texto y lo exprime hasta dejarlo sólo en la esencia.
En nuestro espectáculo, los personajes de Cyrano, Roxana y Cristián son los únicos necesarios para contar la historia de forma comprensible, sencilla y ágil, permitiéndonos asumir el reto que supone dirigirnos a este público desde una comedia romántica, con final dramático.
Porque es la historia de amor la única que nos cautivó desde el principio, nos hemos alejado del fanfarrón y arrogante espadachín, dispuesto en todo momento a batirse en duelo a espada, para acercarnos a ese otro dispuesto a batirse en duelo dialéctico.
Así, mostramos a un Cyrano cuya enorme nariz es el reflejo externo de su gran belleza interior, y que goza de los valores que queremos compartir con nuestros espectadores: la valentía para enfrentarse al desamor, la generosidad que le permite esconder su dolor para no hacer sufrir a su amada y la lealtad hacia su rival.
Y si además de conocer a este Cyrano aprendemos a abrir los ojos no solo para mirar lo evidente, sino para ser capaces de admirar los corazones, no habrá sido mala enseñanza.