ESTRENO NACIONAL

El viernes, 6 de octubre de 2006, a las 21:00 horas, en el TEATRO GUERRA de Lorca (Murcia), ALQUIBLA TEATRO estrena, con carácter nacional,  ORESTÍADA Cenizas de Troya
Esquilo, Sófocles y Eurípides
Un proyecto teatral de Antonio Saura, con versión libre de Diana de Paco, música de Salvador Martínez, vestuario de Celina Rodríguez y dirección escénica de Antonio Saura. 
Interpretado por Ángeles Tendero, Julio Navarro, Alfredo Zamora, Susi Espín, Lola Martínez, Pedro Segura, Esperanza Clares y Jacobo Espinosa.

Breve para medios de comunicación

 Desde que Esquilo en el año 458 a.C. representara la Orestíada, la tragedia de los Atridas tras el retorno de Troya ha sido un motivo dramático repetido en la escena internacional de todos los tiempos. Sófocles, Eurípides y Séneca tampoco pudieron resistirse a la fuerza de este drama: la historia de la destrucción de una familia sustentada en el crimen y, por extensión, de una sociedad, de un país, del mundo.
Hemos aunado en un solo espectáculo los distintos episodios que relataban cada uno de los trágicos grecolatinos, prescindiendo de elementos fundamentales en el pensamiento trágico griego, como la presencia de los dioses, porque hoy la fuerza divina ha sido desterrada del universo, incluso en los más crudos conflictos, por el egocentrismo de un ser humano que considera su poder y su fuerza como medida de todas las cosas.
En esta nueva tragedia de los antiguos héroes no queríamos perder el sabor arcaico y ritual de un teatro de la palabra que los griegos nos regalaron, ni adaptar a modos y usos contemporáneos la belleza heredada de los trágicos.
El enfrentamiento familiar de los Atridas nos permite una reflexión sobre el presente a partir del pasado, la ambición de poder y sus trágicos desenlaces, cuyo final sea una exhortación a la paz, para no responder nunca a la violencia con más violencia y que el deseo de venganza sea apaciguado por la Justicia en un estado democrático.
Que la catástrofe provocada por la ambición, el abuso de poder, la envidia y el rencor heredado generación tras generación que aniquila a estos personajes como víctimas de sí mismos y de su destino, encuentre, al menos, un camino de luz tras la sombra, el trágico aprendizaje a través del dolor, para que no se pierda la convicción de que en algún lugar habrán de encontrarse las antorchas resplandecientes portadoras de esperanza que cerraban en procesión las Euménides de Esquilo.
“Y, en la medida de mis propias fuerzas, lucharé por la ley, para acabar con esas salvajadas, con esa sed de sangre que destruye la tierra y las ciudades”. Eurípides. (Orestes)

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