IDENTIDAD, COMPROMISO Y RIESGO.
La influencia mediterránea en Alquibla resulta evidente desde su origen. El sol nos ofrece su salida desde el horizonte a través del propio nombre de la compañía y la calidez de su clima nos acompaña en cada nueva producción.
Ese sol, que no nos abandona en ninguna estación, envuelve nuestros espectáculos en una luz capaz de brillar aun en la oscuridad y nos invita a emplear los cinco sentidos en su disfrute.
Cada proyecto se ve impregnado de desbordantes puestas en escena en las que las pasiones pueden campar sin vetos, controladas tan sólo por el propio deseo del director de dosificarlas, aplacarlas o dejarlas libres.
El ritmo escénico está marcado por los latidos de un corazón que se acelera o pausa en simbiosis con el Mar Mediterráneo, según el capricho del viento de Levante.
Las interpretaciones conmueven poderosamente despertando pasiones, a través de formas de expresión tan cautivadoras que en ningún caso dejan indiferente.
Son características de una identidad que imbrica muchos rasgos de la sensibilidad del primer Romanticismo, entre los cuales está, en particular, la exaltación de la pasión arrebatadora, que conmueve poderosamente. La exaltación propia que produce el mar Mediterráneo y los países y regiones que están en sus costas, y en particular la del Levante, la parte mediterránea de España, punto de encuentro de las Tres Culturas (judía, cristiana y árabe), base de esa identidad.
Cada uno de los aspectos, ya sean técnicos o humanos, de una nueva producción nacen desde la más absoluta visceralidad dando lugar a comedias con ritmo trepidante, con explosiones de ingenio que las convierten en espectáculos frescos, con un humor directo que tanto puede convertirse en evasivo, como en extremadamente reflexivo (nuestras comedias amargas) y dramas o tragedias en las que los sentimientos son expresados a través de arrebatadoras interpretaciones que llegan a golpear los estómagos y corazones de cada espectador.
Precisamente porque esos estómagos y corazones nos son necesarios para hacer real este arte que ocurre en el mismo momento en que se está viviendo, nuestro pensamiento se posa cada día, en cada nuevo espectáculo, en el público. Pensando en ellos, en su pluralidad y necesidades, abordamos desde nuestro repertorio cada uno de los grupos de edad que lo componen, cada uno de los géneros que puedan demandar, así como los distintos formatos necesarios para adaptarse a las características de cada espacio.
Y lo hacemos con la adquisición voluntaria de un compromiso social que nos exige llenar de contenido ético nuestros trabajos y de un altísimo riesgo estético (no ajeno al riesgo empresarial.)
Y ese compromiso ligado al riesgo, la luminosidad, calidez y ritmo escénico, junto con la visceralidad de la dirección e interpretación en sus puestas en escena, confieren a ALQUIBLA TEATRO unas señas de IDENTIDAD características y únicas como reflejo de ese Mediterráneo que baña nuestra geografía y a nosotros mismos.
Ese sol, que no nos abandona en ninguna estación, envuelve nuestros espectáculos en una luz capaz de brillar aun en la oscuridad y nos invita a emplear los cinco sentidos en su disfrute.
Cada proyecto se ve impregnado de desbordantes puestas en escena en las que las pasiones pueden campar sin vetos, controladas tan sólo por el propio deseo del director de dosificarlas, aplacarlas o dejarlas libres.
El ritmo escénico está marcado por los latidos de un corazón que se acelera o pausa en simbiosis con el Mar Mediterráneo, según el capricho del viento de Levante.
Las interpretaciones conmueven poderosamente despertando pasiones, a través de formas de expresión tan cautivadoras que en ningún caso dejan indiferente.
Son características de una identidad que imbrica muchos rasgos de la sensibilidad del primer Romanticismo, entre los cuales está, en particular, la exaltación de la pasión arrebatadora, que conmueve poderosamente. La exaltación propia que produce el mar Mediterráneo y los países y regiones que están en sus costas, y en particular la del Levante, la parte mediterránea de España, punto de encuentro de las Tres Culturas (judía, cristiana y árabe), base de esa identidad.
Cada uno de los aspectos, ya sean técnicos o humanos, de una nueva producción nacen desde la más absoluta visceralidad dando lugar a comedias con ritmo trepidante, con explosiones de ingenio que las convierten en espectáculos frescos, con un humor directo que tanto puede convertirse en evasivo, como en extremadamente reflexivo (nuestras comedias amargas) y dramas o tragedias en las que los sentimientos son expresados a través de arrebatadoras interpretaciones que llegan a golpear los estómagos y corazones de cada espectador.
Precisamente porque esos estómagos y corazones nos son necesarios para hacer real este arte que ocurre en el mismo momento en que se está viviendo, nuestro pensamiento se posa cada día, en cada nuevo espectáculo, en el público. Pensando en ellos, en su pluralidad y necesidades, abordamos desde nuestro repertorio cada uno de los grupos de edad que lo componen, cada uno de los géneros que puedan demandar, así como los distintos formatos necesarios para adaptarse a las características de cada espacio.
Y lo hacemos con la adquisición voluntaria de un compromiso social que nos exige llenar de contenido ético nuestros trabajos y de un altísimo riesgo estético (no ajeno al riesgo empresarial.)
Y ese compromiso ligado al riesgo, la luminosidad, calidez y ritmo escénico, junto con la visceralidad de la dirección e interpretación en sus puestas en escena, confieren a ALQUIBLA TEATRO unas señas de IDENTIDAD características y únicas como reflejo de ese Mediterráneo que baña nuestra geografía y a nosotros mismos.
Esperanza Clares
Actriz, dramaturga y directora de producción